Seis horas, eso es lo que me queda en esta ciudad.
Estoy armando mi valija, cualquiera podría sentirla liviana pero pesa, a mi me pesa.
Todos ven que llevo ropa y maquillaje, pero nadie sabe que llevo mucho más, me llevo las expectativas, los proyectos, me llevo ese adiós que no es un hasta luego, me llevo la incertidumbre de saber como llegamos a esto y si realmente es lo correcto, me llevo las últimas palabras y dejo la esperanza que en vez de alivianarme pesa mucho más.
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